Modelo Academicista:
El modelo academicista es el mas clásico y hoy en día, aunque cada vez menos, el más usado. Este modelo tiene como principal objetivo la transmisión de una serie de conocimientos que vienen dados por un programa de contenidos. El docente, que debe ser un experto en la materia, aparece como un informador o transmisor de estos mismos contenidos que ha de inculcar desde una visión siempre objetiva.
Los alumnos deben realizar un fuerte ejercicio de memorización dado que serán evaluados mediante una prueba que supondrá el aprobado o no de la materia tratada.
Sin embargo este modelo educativo no dice nada de llevar a la práctica todos estos conocimientos adquiridos, además no se tiene en cuenta la necesidad de todo profesional de ser capaz de buscarse sus propios medios de información para poder seguir aprendiendo dado el constante progreso y cambio de la mayor parte de los campos de trabajo.
Encontrando este modelo dentro del paradigma positivista, podemos decir que tampoco se conciben dos realidades sobre una misma cosa, esto provoca que los futuros profesionales se puedan encontrar con muchos problemas a la hora de aplicar todos sus conocimientos en la vida real.
Modelo Conductista:
Los objetivos de este modelo se centran principalmente en la modificación de conductas, trata de conseguir unos resultados homogéneos en todos los sujetos mediante premios y castigos, consiste en premiar las conductas que se considerar acertadas y castigar las que no lo son, así buscan conseguir la respuesta adecuada. El profesor aparece como un modelo de conducta a seguir.
En este caso el maestro a de ser un buen educador dado que su labor se centra mas en conseguir determinadas conductas que en la transmisión de conocimientos. Los exámenes no solo se usan como elemento principal del aprendizaje, también como un medio esencial para distribuir estos premios y castigos.
Este modelo es muy usado hoy en día, especialmente en los primeros años de escolarización de los discentes, cuando se enseña a los niños a ser personas sociales y las normas de conducta impuestas por la misma sociedad.
Esta técnica para modificar las conductas anula la capacidad del individuo de tomar sus propias decisiones mediante el razonamiento, puesto que se trabaja directamente con dichas conductas y no con los valores o motivaciones que preceden a las mismas.
Los alumnos aprenderán que deben hacer pero todo esto motivados por la obtención de una recompensa y no por la satisfacción de hacer las cosas correctamente o siguiendo sus propios valores.

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